El actual ejecutivo comunitario quiere aumentar el salario mínimo de cada Estado miembro al 60% de su sueldo medio, recogiendo la propuesta previa del socialista Frans Timmermans cuando era Vicepresidente primero de la Comisión. Esta fase de consulta se prolongará durante seis semanas y si, es necesario, se producirá una segunda.
En Bruselas insisten en que ello no se transformará en un salario mínimo único para todos «de hecho no cuenta con competencias para ello-, sino que reflejará las «tradiciones nacionales, acuerdos colectivos o provisiones legales». En total, 22 países de la UE tienen un salario mínimo, mientras que otros 6 lo fijan mediante la negociación colectiva.