Bruselas asegura que se trata de un requisito desproporcionado y que puede tratarse de un elemento discriminatorio contra los pequeños transportistas.
La Comisión Europea sentará a España en el banquillo por este caso. Las
empresas de transporte por carretera deben disponer de uno o más
vehículos matriculados en el Estado miembro de establecimiento según las
normas europeas, y sin embargo las leyes españolas establecen que se
debe contar con un mínimo de tres vehículos. La Comisión mandó un
dictamen motivado a Madrid en febrero de 2016, y, al no haber recibido
respuesta, ha dado el siguiente paso que consiste en acudir al Tribunal
de Justicia de la UE.