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Alcanzado el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático cuyos logros se revisarán cada cinco años

La cumbre del clima (COP21) de París adoptó el pasado este acuerdo final
que exige a todos los países que publiquen periódicamente planes para
hacer frente al calentamiento global, y que entrará en vigor cuando al
menos 55 partes, que sumen en total el 55% de las emisiones globales lo
hayan ratificado. A continuación se resumen los puntos destacados de este importante acuerdo:1. Objetivo: Mantener la temperatura media mundial muy por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles
preindustriales, aunque los países se comprometen a llevar a cabo todos
los esfuerzos necesarios para que no rebase los 1,5 grados y evitar
así los impactos más catastróficos del cambio climático.
2. Forma legal: El acuerdo adoptado es legalmente
vinculante pero no la decisión que lo acompaña ni los objetivos
nacionales de reducción de emisiones. No obstante, el mecanismo de
revisión de los compromisos de cada país sí es jurídicamente vinculante
para tratar así de garantizar el cumplimiento.
3. Reducción de emisiones: 187 países de los 195 que
forman parte de la Convención de cambio climático de la ONU han
entregado compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático que
entrarán en vigor en 2020 y se revisarán al alza cada cinco años. Los
países que no lo han hecho deberán presentarlos para poder formar parte
del acuerdo.
Cada Estado se compromete a tomar las medidas necesarias para cumplir
lo que dice en su contribución, y los que quieran podrán usar
mecanismos de mercado (compraventa de emisiones) para cumplir sus
objetivos.
4. Revisión: Los países revisarán sus compromisos al
alza cada cinco años, con la idea de ir aumentando la ambición con el
tiempo para asegurar que se alcanza el objetivo de mantener la
temperatura muy por debajo de dos grados.
5. Cumplimiento: No habrá sanciones, pero habrá un
mecanismo transparente de seguimiento del cumplimiento para tratar de
garantizar que todo el mundo hace lo prometido, y que advierta antes de
que expiren los plazos si los países van o no por la senda del
cumplimiento.
6. Meta a largo plazo: Las naciones se proponen que
las emisiones toquen techo tan pronto como sea posible, reconociendo
que esta tarea llevará más tiempo para los países en desarrollo, y que
se efectúen reducciones rápidas a partir de ese momento.
Además, los países se comprometen a lograr un equilibrio entre los
gases emitidos y los que pueden ser absorbidos en la segunda mitad de
siglo, lo que viene a suponer cero emisiones netas, o dicho de otro
modo: no se pueden lanzar más gases que los que el planeta pueda
absorber por sus mecanismos naturales o por técnicas de captura y
almacenamiento geológico.
7. Financiación: El acuerdo dice que los países
desarrollados deben contribuir a financiar la mitigación y la
adaptación en los Estados en desarrollo, y anima a otros países que
estén en condiciones económicas de hacerlo a que también aporten
voluntariamente.
La intención de financiar debe ser comunicada dos años antes de
transferir los fondos, de manera que los países en desarrollo puedan
hacerse una idea de con qué montos cuentan.
Las naciones ricas deberán movilizar un mínimo de 100.000 millones
anualmente desde 2020 para apoyar la mitigación y adaptación al cambio
climático en los países en desarrollo, así como revisar al alza esa
cantidad antes de 2025.
8. Pérdidas y daños: El texto reconoce la necesidad
de poner en marcha el Mecanismo de Pérdidas y Daños asociados a los
efectos más adversos del cambio climático, pero no detalla ninguna
herramienta financiera para abordarlo.
9. Adopción: Tendrá lugar en una ceremonia de alto nivel en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, el 22 de abril de 2016.La Consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, Ana Oregi, ha declarado que este acuerdo supone «un paso más en el camino iniciado hace veinte años en la Conferencia de Rio. En el caso del País Vasco, cumplimos con creces los mínimos aprobados
pero no hemos de conformarnos. Es necesario seguir trabajando desde
nuestros municipios, administraciones forales, autonómica y
organizaciones empresariales y sociales para conseguir que el planeta se conserve adecuadamente para nuestras generaciones futuras».