En 2010 algunas autovías portuguesas de la red SCUT pasaron a ser carreteras de peaje con sistema de cobro exclusivamente electrónico, con lo que el cobro del peaje es automático y no existen estaciones de peaje.
Esta situación ha llevado a los gobiernos de ambos países a crear un grupo de trabajo para encontrar una solución encaminada a garantizar la interoperabilidad de ambos sistemas.
El proyecto consta de varias fases: comprobación de la compatibilidad técnica, definición de las condiciones de la prueba y puesta en marcha de las pruebas de interoperabilidad.
Una vez concluida la primera fase, se ha iniciado la prueba piloto con usuarios reales. Así, clientes de Vía Verde están circulando por la AP-9 y clientes de RESSA y CAIXANOVAGALICIA por Brisa de manera satisfactoria.